Lo sabíamos. Lo advertimos. Y poco se hizo. Si muchos compañeros no han reventado durante el mes de agosto ha sido de milagro. La falta de personal que sufrimos todo el año ha sido insostenible durante estos meses. Ha sido gracias a la implicación de la plantilla que la programación prevista ha salido adelante. Pero no aguantamos más. Y prueba de ello son las bajas que estamos sufriendo y las enfermedades que van proliferando entre una plantilla machacada. Da miedo la cantidad de casos que estamos conociendo en las últimas semanas. Es urgente que se cubran bajan y plazas vacantes para prestar nuestra tarea de servicio público con la dignidad que nos merecemos los trabajadores y la sociedad andaluza.