¿QUÉ PASA CON LA AUDIENCIA DE LA RADIO?

La audiencia de la radio es el secreto mejor guardado. Solo nos enteramos de los datos cuando crecemos, algo que no ocurre por desgracia muy a menudo. Esas notas farragosas donde se rebusca la décima para intentar lavar la cara a la dirección son la evidencia de una realidad: la audiencia de la radio se desploma sin que nadie parezca ser capaz de remediarlo. En cinco años, Canal Sur Radio ha perdido cien mil oyentes. Cien mil. La primera oleada del EGM de 2019 señalaba una audiencia, ya exigua, de 359.000 oyentes. La tercera del 2023, la deja en 256.000. Somos la cuarta (la cuarta) emisora en Andalucía por detrás de la COPE, la SER y Onda Cero. Hay provincias en las que, incluso, EsRadio nos supera.

Desde  que empezó a caer en picado, la dirección de la radio empezó a sumar las audiencias de CSR, RAI, Fiesta, etc. y en sus notas habla del «Grupo de emisoras de Canal Sur Radio» para confundir. No sea que estos datos, hasta ahora ocultados, no gusten mucho en el Gobierno Andaluz, por cuanto supone una notable y hasta ahora inaudita pérdida de audiencia y, por tanto, de capacidad de influencia. 

Es la consecuencia de años de desatención, de falta de medios… hemos logrado ser irrelevantes a fuerza de mala gestión. Con estos números, hemos perdido la capacidad de estar, de ser referente para los andaluces. 

Capítulo aparte merece RAI que llegó a ser la radio informativa de cabecera en Andalucía: nada se movía sin pasar por RAI. Los compañeros de otros medios tenían en nosotros una guía para saber qué pasaba en Andalucía. Ahora, los datos son aún más penosos que los de Canal Sur. Apenas 9.000 oyentes en toda Andalucía la eligen, según la tercera oleada del EGM de 2023. No es extraño: RAI se ha convertido en un contenedor de colaboradores pagados cuando a los trabajadores de la casa se les niega hasta el tiempo para hacer contenidos.  Pagando favores, amistades o lo que sea. Pero no pensando en los andaluces.

Los datos son descorazonadores y exigen soluciones. Lo primero es la asunción de responsabilidades y, a partir de ahí, trabajar en un plan que saque a la radio de esa inercia tan peligrosa. Que la dote de recursos técnicos y humanos y que no tengamos que ver cómo desaparecen informativos locales por falta de personal o cómo la central tiene que asumir la información de hechos que ocurren en otras provincias porque no hay nadie allí para contarlos. Necesitamos una fuerte apuesta por la radio, que la haga volver de nuevo a la calle, a contar lo que pasa, a ser parte de la vida de los andaluces. O eso, o que la dejen morir del todo pero rápidamente para no tener que participar de esta lenta agonía.